Unos chavales vinieron a saludarnos por la noche en tan recóndito lugar.
Nos contaron que trabajaban en una mina muy cerca de allí, donde trabajaban en condiciones casi de esclavitud, sin ninguna seguridad, un horror.
Imaginaros meteros en un boquete con 50 grados, sin casco, sin arneses, ni una triste tirita.
Tomamos un té a la ment (Atay nah nah) que ellos trajeron y al levantarnos vimos una serpiente que nos hizo compañía durante la charla, pero no debía de ser de buena familia ya que los chavales rápidamente le dieron pasaporte. Ojú ojú.
Al amanecer una nube de mariposas naranjas revoloteaban sobre la arena, parecía algo mágico verlas volar.
Nos contaron que trabajaban en una mina muy cerca de allí, donde trabajaban en condiciones casi de esclavitud, sin ninguna seguridad, un horror.
Imaginaros meteros en un boquete con 50 grados, sin casco, sin arneses, ni una triste tirita.
Tomamos un té a la ment (Atay nah nah) que ellos trajeron y al levantarnos vimos una serpiente que nos hizo compañía durante la charla, pero no debía de ser de buena familia ya que los chavales rápidamente le dieron pasaporte. Ojú ojú.
Al amanecer una nube de mariposas naranjas revoloteaban sobre la arena, parecía algo mágico verlas volar.
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